Betis: Licenciado con honores a domicilio

El beticismo disfruta de un fin de semana más que tranquilo. Por vez primera en la presente temporada, al conjunto entrenado por Pepe Mel le tocó el turno de abrir la jornada. La novedad le trajo suerte. En el desplazamiento a Valencia, Rubén Castro volvió a aparecer para, con un detalle de calidad, marcar la diferencia. El Levante tuvo las suyas, pero entre la falta de acierto y el larguero se quedaron compuestos y sin puntos.

El mejor visitante
Sigue el Betis ofreciendo dos caras bien distintas, sobre todo, en lo que a los puntos se refiere. El equipo de Mel sufre una barbaridad en el Benito Villamarín y disfruta cuando se pone la segunda equipación. Los quinielistas empiezan a tenerlo claro. Cuando lleguen a la casilla del Betis toca poner un dos fijo. Poco riesgo hay de equivocarse. Sólo el Real Madrid está en condiciones de igualar a los verdiblancos. Los blancos tienen que ganar esta tarde en Eibar para sumar los catorce puntos que ha logrado el Betis lejos de su casa. Dos candidatos al título como el Barcelona y el Atlético de Madrid han conseguido a domiclio doce y trece respectivamente. En otro escenario bien distinto, conjuntos como el Getafe o el Málaga, llamados a pelear por el mismo objetivo que el Betis, el de la permanencia, apenas han sumado un punto lejos de sus estadios.

Ecuador de la carrera
Superado el primer tercio de la competición, el conjunto entrenado por Mel está en el buen camino. De hecho, lleva casi toda la Liga viviendo más cerca de la zona europea que de la descenso. El Betis ha sumado 18 de los 39 puntos que se han disputado, casi el 50 por ciento. La temporada pasada, el Granada consiguió la permanencia en la Primera división con apenas 35 puntos. Pero en Heliópolis echan cuentas y se han marcado el reto de obtener, al menos, 40. De una u otra manera, los verdiblancos han completado casi la mitad del recorrido. Si mantienen la media lograda hasta ahora, seguir en la máxima categoría será una realidad más pronto que tarde.
Es inevitable comparar la situación actual con la, hasta ahora, última temporada en la Primera división. En la Liga 2013-14, la de la «vergüenza», el Betis no fue capaz de alcanzar los 17 puntos, uno menos que ahora, hasta la jornada 26 cuando empató a uno contra el Villarreal. Una semana después, los verdiblancos derrotaron al Getafe (2-0) y alcanzaron los 20 puntos. Era marzo de 2014. Siete meses después del inicio de la Liga.

Joaquín da la cara
El portuense firmó una gran actuación en Valencia. Le hacía falta. No es que a estas alturas de la historia tenga que reivindicarse, pero los aficionados y profesionales esperan cosas distintas, sobre todo de los futbolistas que tienen la capacidad de marcar la diferencia. Y Joaquín es uno de ellos. Ante el Levante se asoció con Rubén, como el día de su debut ante la Real Sociedad o en la visita al campo del Sporting. En el Ciudad de Valencia cerca estuvo de marcar un gol de categoría, pero el portero rival adivinó sus intenciones. Con todo, lo que más llamó la atención fue el esfuerzo realizado. En ocasiones, Joaquín se queda sin aire para acabar los partidos, pero ante el Levante aguantó el tipo.

Ceballos entra en escena
Otro que necesitaba una buena actuación para reivindicarse era Dani Ceballos. El canterano estaba, nunca mejor dicho, fuera de sitio. Era como si no hubiera sido capaz de dejar atrás el jaleo generado por su renovación. Tan sólo era capaz de sonreír en condiciones cuando se marchaba a jugar con la selección española sub 21. Pero en el partido ante el Levante mejoró sus prestaciones. Estuvo, en todos los sentidos, más centrado en el campo. Peleó y se permitió el lujo de tirar algunos regates de calidad. De los que entran por los ojos. La cuestión es saber si Ceballos es capaz de subir un peldaño y, por ejemplo, hacer lo mismo que hizo ante el Levante pero 20 metros más adelante, en la zona donde se hace daño de verdad.

El debate sobre el juego
Mientras que el asunto de los números tenga un buen recorrido, el tema del juego siempre perderá algo de relevancia. Ganar es lo que importa. Pero tampoco se puede orillar así como así el debate sobre el fútbol de los verdiblancos. El Betis trabajó bien en Valencia. El equipo estuvo junto y la mayoría tenía clara su tarea, pero siempre hay un resquicio. El rival juega, dirán unos. Y más un Levante mejorado tras la llegada de Rubi. No es que Adán tuviera que hacer grandes intervenciones, pero daba la sensación de que algo malo se escondía tras los ataques locales. Todas las victorias béticas tienen sus ligeros matices. Para empezar, el único día en el que supo controlar con mayúsculas al rival fue en Vallecas. Allí, el Rayo no fue capaz de hacer trabajar al portero bético.

Sufrir en los laterales
No se trata de ser reiterativo, pero al Betis se le amontonan los problemas en los costados. Sobre todo, en el derecho. El estado de forma y juego de Piccini es alarmante. Sale en casi todas las fotos negativas del equipo. Muy mal debe andar Molinero para que Mel no lo ponga de titular. Además, las dudas de Piccini repercuten en una de las referencias del equipo, Joaquín. El portuense tiene que echar una mano en defensa y no se siente tan resguardado cuando toca mirar al frente. En la izquierda, Varela no lo pasó tan mal como el italiano, pero el tema es casi igual de preocupante. A la espera de ver si la dirección deportiva comandada por Eduardo Macià toma decisiones en el mercado de enero, queda esperar a ver si Molinero y Vargas acaparan más protagonismo en breve.