Vlada Stosic ya tiene la mitad del trabajo hecho antes de empezar la pretemporada y dispone de dos meses para terminarlo, aunque su idea es acelerar las gestiones para que la plantilla quede perfilada lo antes posible a expensas de un mirlo blanco que pueda surgir en los últimos días del mercado. Según los cálculos del director deportivo, el Betis aún debe reforzar seis o siete puestos y el primero que será cubierto será el de la portería, pues el fichaje del argentino Guillermo Sara está al caer.
Gracias al dinero que ha dejado en caja la venta de Beñat y al remanente de la pasada temporada, la secretaría técnica podrá acudir al mercado con más solvencia que en años anteriores, aunque la palabra despilfarrro está prohibida. De hecho, la consigna que impera en la planta noble del Benito Villamarín es ilusionar sin dispendios, es decir, fichar jugadores que permitan afrontar con garantías las tres competiciones sin cometer locuras que pongan en peligro el inflexible plan de viabilidad. “Estamos en el camino correcto, aunque tendremos el mismo criterio de austeridad y no traspasaremos nuestros límites económicos”, afirmó ayer el presidente Miguel Guillén.
Por este motivo, Bojan sólo vestirá la camiseta de las trece barras si se concreta una operación similar a la de Santa Cruz. O lo que es lo mismo, si todas las partes ceden en el aspecto monetario. El jugador está dispuesto a renunciar a una parte de sus emolumentos para jugar en el Betis, pero el Barcelona también debe asumir un considerable porcentaje de su ficha para que las cifras se ajusten al tope salarial verdiblanco y ahí reside el principal escollo. Los próximos días serán vitales para dilucidar el futuro del delantero, ya que otros clubes foráneos también han llamado a su puerta y en el Camp Nou tienen donde elegir.

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