Publicado el 07 sep 2015

 

 

Angel Cuéllar llegó al primer equipo verdiblanco en noviembre de 1990, con solo 18 años. Era por entonces la mayor promesa de la cantera bética, donde se había formado desde los infantiles. Sólo unos meses antes había ganado la Copa del Rey juvenil al FC Barcelona en Albacete, en un gran partido en el que hizo 2 de los 4 goles béticos.

A pesar de su debut los años siguientes no fueron tan descollantes en su carrera como la que había tenido antes. Fue en la temporada 1993-94 cuando volvió a sobresalir, teniendo un papel destacado en el tremendo sprint que a final de Liga llevó al Betis de Serra Ferrer a ascender a Primera División.

Y fue a comienzos de la temporada 1994-95 cuando su papel de estrella del equipo bético trascendió al fútbol nacional. En el Betis rutilante que se codeaba en los primeros puestos de la clasificación destacó su juego y su capacidad goleadora, de forma que ya en noviembre de 1994 debutó de forma oficial con la selección absoluta, en un amistoso España-Finlandia disputado en La Rosaleda.

De octubre de 1994 es esta entrevista del periodista Alejandro Delmás publicada en AS el 15 de octubre.

Con media docena de goles en siete partidos, Angel Manuel Cuéllar ha dejado de ser la gran esperanza verdiblanca para convertirse en una brillante realidad.

Líder de los goleadores nacionales en estas jornadas ligueras iniciales, la joya del Real Betis Balompié desmenuza sus recuerdos, sus inquietudes y su futuro. Cuéllar tiene 22 años y su contrato le liga al Betis hasta junio de 1997.

• ¿Cuáles son sus primeros recuerdos como bético?
• Yo nací en Villafranca de los Barros, provincia de Badajoz, y, en un caso similar al de Gordillo, mi padre, que era ferroviario y ya está jubilado, se mudó a Sevilla cuando yo apenas tenía un año. No me acuerdo ni siquiera de la final de la Copa del Rey de 1977, aunque he visto ese partido en grabaciones. Mis primeros recuerdos del Betis son las carreras de Gordillo por la banda izquierda con las medias caídas. Su zancada era, y es, impresionante. Eso es algo que lo tengo grabado como mi mejor recuerdo.
• ¿Tenía o tiene algún ídolo en el fútbol?
• Siempre, desde chico, seguí al Real Betis, del que soy socio y accionista. Quería parecerme al internacional argentino Gabriel Humberto Calderón. Pero como ídolo, aparte de Gordillo, ninguno. Bueno, no creo que exista nadie a quien no le guste Laudrup, que es algo así como Magic Jonhson en futbolista.
• De no jugar en el Betis, ¿dónde le gustaría hacerlo?
• Fuimos béticos desde que mi familia se asentó en Sevilla, pero mi padre era un buen madridista, siempre fue de aquel Madrid de los años 60, al que iba a ver en los partidos de Copa de Europa. Después, siempre del Betis. Uno de mis dos hermanos también jugó al fútbol. Yo empecé cuando tenía ocho o nueve años en el Revilla, luego seguí en el Amistad y después ya me fui al Betis. Mi máxima ilusión siempre ha sido jugar con el Betis en Primera División. No siendo así, me daría igual elegir entre Real Madrid o Barcelona. Los dos están entre los mejores equipos del mundo. Me han hablado del Paris Saint Germain, pero sólo he escuchado rumores
• Defínase como jugador
• Creo que lo mejor que tengo es el desmarque en la media punta y la rapidez en 30 o 40 metros. Manejo mejor la pierna izquierda que la derecha, aunque con ésta también hago muchas cosas. Lo peor, la poca constancia. Eso sí, en Santiago frente al Compostela me enfadé y me rebelé cuando me pusieron en la reserva, porque sabía que tenía sitio en el once titular, y quise quitarle la razón al entrenador.
• ¿De qué futbolista ha aprendido más?
• De Rafael Gordillo. Me siento a su lado en el vestuario del Betis y me transmite, como persona, sencillez y bondad, y como futbolista su generosidad en el campo
• ¿Le ilusiona llegar a la selección española?
• Me ilusiona, pero no me obsesiona, porque tengo muchísimo tiempo por delante. Quiero hacer esta temporada un buen número de goles. No descarto la llamada del seleccionador, pero depende de muchas cosas. Quiero dejar claro que he vestido todas las camisetas de las selecciones nacionales inferiores, menos la Sub 21, pero las cambiaría todas por la internacionalidad absoluta; una internacionalidad que confío ciegamente en que llegue
• ¿Los rumores sobre el Sevilla?
• El Sevilla me hizo varias ofertas cuando yo jugaba en los escalafones inferiores del Betis, pero me molestó mucho que dijeran que yo me había ofrecido a ellos a finales del año 1989. Eso sentó fatal en mi casa y, casi automáticamente, firmé mi primer contrato profesional con el Betis. Ese contrato terminará en 1997 después de una pequeña ampliación
• ¿Su debut?
• Pocos saben lo que yo he llegado a pasar desde que jugué mi primer partido en Primera, en 1990. Aquel día no se me olvidará mientras viva. Fue un encuentro en Logroño y Canales me sacó desde debajo de los palos un balón que ya se colaba en la portería y significaba el mejor debut que podía soñar. Después han sido tres temporadas terribles las que hemos vivido con el Betis en Segunda División, y donde las cosas no me fueron bien. Recibí una cantidad horrible de patadas y de incomprensión. Desde entonces he evolucionado mucho

Fuente: Alejandro Delmás en AS 15 de octubre de 1994

 

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