Continuando con la exploración de los aledaños del Villamarín, tras hablar sobre las palmeras de Fondo y el Instituto de la Grasa tras en Gol Norte, aún queda algo que quizá pueda ser lo más antiguo de la zona, inclusive anterior a la construcción del Stadium de la Exposición Iberoamericana de 1929: los eucaliptales.

La zona sur de la ciudad que comprende el final de la Palmera, Heliópolis, Bermejales, fue parte de un enorme eucaliptal que deste tiempo inmemorial perduró en el bello paisaje que rodea la casa bética. Pero poco a poco, la transformación de la zona fue reduciendo el terreno agreste y los eucaliptos más cercanos al estadio desaparecieron en su mayoría; es decir, los vecinos a Gol Sur.

Comencemos nuestro viaje a través del tiempo. En primer lugar volvamos a rescatar otra de las imagenes que en anteriores reportajes vimos, como fue la toma aérea del Stadium de la Exposición Iberoamericana, realizada en torno a 1930. Tras el Gol Sur, los eucaliptos, aún pequeños, (dentro de los círculos verdes) delante del Tamarguillo (bajo la línea verde). Más adelante aún, filas de pequeños arbolitos, plantados posiblemente para embellecimiento de los alrededores del recinto. Prácticamente, terreno salvaje que se mantuvo de esa forma durante años y años.

Como es sabido, aunque el Betis Balompié alquiló las instalaciones poquito antes del comienzo de la Guerra Civil Española, hasta 1939 no se comenzaron a utilizar por el Club Verdiblanco. Posteriormente vino la arriada del Tamarguillo, aunque apostamos a que los eucaliptos, árboles muy pegados a zonas acuáticas, aguantaron los embates, en 1948.

También durante la militancia del Betis en Tercera División los eucaliptales fueron, no sólo elementos presenciales de aquellos partidos, sino también parte del punto de partida para muchos béticos del camino a Utrera, Cádiz, Algeciras o San Fernando. Estos árboles también salían en la prensa, sí, sí; como por ejemplo en esta escena de la victoria del Real Betis sobre el Larache por 11-1.

En 1958 -de nuevo volvemos a uno de nuestros años mágicos-, los eucaliptales vivieron el ascenso a Primera División. La toma fotográfica del Gol Sur nos muestra lo grande que estaban esos árboles. A la izquierda de la tapia, en la misma foto, ampliada más abajo, vemos la esquina que separaba con Fondo, decorada con plantas bouganvilla y enredaderas, como si fuera un cine de verano de la época.

Claro que, los eucaliptales no pasaban desapercibidos y comenzaron a hacerse famosos después de tantos años en el mismo sitio. Por ello, no era de extrañar que algunos aficionados béticos y hasta trabajadores del Estadio con su gorra de plato verde oscura, desearan fotografiarse junto a ellos.

Pues sí. El verano de 1958 fue muy movido. Benito Villamarín decidió reformar un Gol Sur que hasta entonces era chiquitito, con tres filas de asientos y una rampita sin escalones, y construir en su lugar mediante una ampliación un espacio mayor para que nuestra casa fuera un poco más confortable, más nueva y de más aforo. Y se respetaron, eso sí, los eucaliptales.

Las gradas del nuevo Gol Sur, quedarían divididas en un pasillo central de 1’35 metros, con 1 vomitorio a la altura de dicho pasillo, quedando la oquedad en el centro justo de la Tribuna, mientras que para acceder al pasillo había dos vomitorios perpendiculares al mismo. Para el acceso a las localidades bajas se abrieron otros dos vomitorios a los costados de la Tribuna, cuya cabida era cercana a los 10.000 expectadores. La empresa constructora Viguetas Freyssi fue la encargada de proporcionar el hormigón necesario. Ahí lo tenemos, con sus eucaliptos detrás.

Por supuesto, una imagen que no puede faltar nunca en estos especiales sobre las cercanías de nuestro hogar, es la toma aérea de cuando en 1961 se compró el Estadio en Propiedad por parte de Benito Villamarín. Instituto de la Grasa, Palmeras, Eucaliptal.

Ahora, incluyamos otra imagen distinta. Visto desde tal vez uno de los primeros bloques que se construirían a finales de los años de 1960, fíjense en el Eucaliptal al fondo del Gol Sur, con todo repleto de público. La carretera estrecha que vemos delante del Gol Norte, rodeada de coches aparcados es Padre García Tejero.

En los años 70 y 80, nuevas reformas para el Gol Sur. Los eucaliptales se mantienen incólumes, proyectando ese colorido verderón a la zona. La imagen de abajo es una postal, creemos ya de los 90:

Para finalizar: actualmente los eucaliptales siguen. Eso sí, la esquina de Preferencia hace tiempo que se valló con una reja, esperando que continuaran las obras hacia Gol Sur. Desde luego, la imagen de ese ángulo es antiestética. Los árboles del la esquina siguen encerrados en el recinto, mientas que el resto de ellos permanece aún incólumes tras la tapia del Gol Sur, a  la espera de la piqueta, de cuando alguna vez se derribe la vieja grada habitada por los Suppopters. El languidecer del tiempo, como hubiera dicho Salvador Dalí. Con lo a gusto que yo estaba en mi caja de herramientas.

 http://betisdelayer.com/2012/01/20/los-amigos-del-gol-sur/