Recepción Del Campeón

EL AUTOCAR QUE CONDUCE AL BETIS, LLEGA A LA TRINIDAD Y ES RECIBIDO CON MANIFESTACIONES DE JÚBILO.

EL RECORRIDO HASTA EL AYUNTAMIENTO LO HIZO EL EQUIPO EN COCHE DE CABALLOS.

A modo de prólogo.

Escribimos estas líneas antes de que el equipo del BETIS BALOMPIÉ, vencedor este año de la Liga, haga su entrada triunfal en nuestra Ciudad, donde será recibido con todos los honores, encontrándose al frente de los que esperan las primeras autoridades, que así querían testimoniar su admiración a la gesta del equipo local.

¡ VIVA EL BETIS ¡, gritarán esta noche de entre la multitud entusiasta a recibirle. ¡ VIVA ¡  ¡ VIVA ¡, contestará esa misma multitud, lo mismo desde el vehículo, el que haya encontrado plaza, que el simple peatón obligado a presenciar la recepción a pie firme, que el jovenzuelo que al frente de otros no menos alborotadores, todos fervorosos partidarios del club victorioso, sostienen en alto la cartela con letreros alusivos y grita y gesticula hasta el cansancio.

Todo es euforia, felicitaciones. Todo es justo, ya que el triunfo ha sido esplendoroso, por cierto.

Pero nosotros hemos de apartarnos un poco del momento presente, con sus notas brillantes para ocuparnos, aunque no sea más que de pasada, de tiempos pretéritos, como rendido tributo a los merecimientos de la actualidad y a los de aquellos que tanto pusieron de su parte en los momentos iniciales.

¡ Qué tiempos aquellos, tan lejanos del SEVILLA BALOMPIÉ, integrado por estudiantes en su mayoría, que no cedían en nada en entusiasmo y cariño a su club, luego convertido en REAL BETIS BALOMPIÉ al unirse con el Real Betis Foot-ball Club de aquellos campos junto a las tapias del Parque de María Luisa, que tantos recuerdos gratos de la niñez nos trae a la memoria ¡

¡ Cúanto tiene que agradecer el club a "papá YONES" como conocían los pocos aficionados de entonces a míster Herbert Richard JONES Vengouzel, inglés injertado  en sevillano, siempre tocado con su sombrero  de ala ancha, que lo sacrificó todo en holocausto  de la sociedad de sus amores ¡

¡ Cómo no recordar  en estos momentos  a los José Fernández de Zúñiga ("Agonía"), Jacinto  Wesolowski Zaldo (q.  e. p. d.), Roberto Vicente de Mata ("El Tigre"), los Hermosa López , Carmelo Navarro Hurtado, Alarcón, Navarro, Enrique Añino Ilzarbe-Andueza, Alonso, Gil Gómez Bajuelo ("Discóbolo"), Francisco y Juan Cascales y Cascales; y tantos otros que tanto laboraron por su engrandecimiento, a los que  hay que añadir últimamente al malogrado Ignacio Sánchez Mejías ¡

En sus vicisitudes, en los momentos de desaliento, siempre encontró el Betis Balompié  al grupo de entusiastas decididos y dispuestos a mantener su prestigio a toda costa. Porque  en aquellos momentos en que el fútbol se desenvolvía en precario, los esfuerzos tenían un valor extraordinario, por las enormes dificultades que había que salvar.

Ese tesón y ese cariño imperecedero al club verdiblanco, es el  que le ha sostenido hasta llegar al momento de hoy, de su consagración definitiva, aplaudida y valorada por toda la afición nacional  en los momentos en que el fútbol  alcanzaba un auge insospechado en aquellos tiempos pasados.

Los actuales dirigentes del Betis Balompié, no menos amantes y celosos de su prestigio han tenido la fortuna de ser consolidadores de una labor de veinticinco años, si bien a ellos se debe el encauzamiento  del club por las necesidades de esta era del fútbol no menos dificultosas para conservar un puesto preeminente en el concierto nacional, donde hay que luchar con tantos valores consagrados.

Y este es un tanto  que hay que conceder  a la actual directiva  del club nuevo Campeón de la Liga. 

A las ocho de la tarde,  aproximadamente,  llegó a esta capital por la carretera de Carmona, el autocar que conducía  a los jugadores del equipo bético, después de su triunfo en Santander, que los ha hecho Campeones de Liga 1934/1935. 

En los alrededores de la Trinidad  había aglomerado gran cantidad de público, que hacía dificilísimo el acceso a la Ciudad. Los allí parados pretendían tomar en brazos a los jugadores y de esta forma entraron en Sevilla.

Los vivas se sucedían en medio del mayor entusiasmo.

Convencidos de que no podrían realizar sus propósitos franquearon el paso, y la comitiva siguió por la calle María Auxiliadora a la Puerta Osario, calle Recaredo, Puerta de la Carne, Menéndez y Pelayo, San Fernando, hasta llegar a la Plaza de Andalucía, sitio en que esperaban a los jugadores los coches enjaezados a la andaluza, que habían de llevarlos a la Casa Capitular.

El autocar bético entró en Sevilla seguido de unos doscientos coches adornados con banderitas de los Colores del Club Campeón.

EN LA PLAZA DE ANDALUCÍA

Cuando llegó la comitiva a la Plaza de Andalucía, ésta se encontraba atestada. Ocupó la presidencia el señor Contreras, que tenía a su derecha al Capitán del Equipo Bético, Victorio UNAMUNO Ibarzábal.

Al colocar sobre la mesa prsidencial la Copa de la Liga 1934/1935, sec reprodujo la ovación durante largo rato.

Normalizadas las cosas y cada uno en su lugar, cosa que fué difícil por el excesivo público, que no cabía en la sala, se levantó a hablar el señor Contreras, siendo motivo de un nuevo aplauso.

DISCURSO DEL ALCALDE

Pocas palabras--dice el señor Contreras--, porque el pueblo espera para saludar  a sus ídolos, y no debemos desesperar al pueblo. Además--continúa diciendo--, no he de hablar mucho porque me embarga la emoción. Todo el mundo sabe que de toda la vida soy simpatizantes del Club Campeón, pero en esta ocasión, y a pesar de mis enormes simpatías, no es el amigo, sino el alcalde de Sevilla el que habla congratulándose del grandioso triunfo del Equipo Bético por el galardón ganado en buena lid y contra todos luchando. Y como el alcalde, también felicito al Sevilla Club de Fútbol por su meritoria actuación en este Campeonato, donde ha conseguido un puesto de honor, y hago votos por que el año próximo sea el equipo blanco el que se vea como hoy están los béticos.

Hace una bonita comparación del equipo Betis con el río del mismo nombre, diciendo que éste nace poco caudaloso, pero que al llegar a Sevilla se ensancha y es el río más importante de España. Asimismo el Betis Balompié, compuesto por jugadores en su mayoría de lejos de Sevilla, cuando han llegado a esta tierra les ha pasado lo que al río, que se han ensanchado, han dado de sí todo cuanto valían y han hecho que Sevilla, que ya es su tierra, triunfe con el Betis en un alarde de fuerzas merecidísimo. El Betis Balompié--continúa diciendo el señor Contreras--ha triunfado con su solo esfuerzo contra las injusticias que con él se han cometido y sin la protección oficial.

Tiene un cariñoso recuerdo para la memoria de Ignacio Sánchez Mejías, a quien dice, se debe este triunfo, puesto que en su presidencia fué cuando el Betis Balompié empezó a dar señales de vida.

Termina dando un viva a Sánchez Mejías y otro al Betis Balompié, que son contestados por el público con vivas a Sevilla y al alcalde.

EL DISCURSO DE UNAMUNO

¿Qué he de decir yo?--pregunta el Capitán del Equipo Bético--. Si no sé hablar, ni aunque supiera podría decir nada. Estoy emocionado ante el homenaje que Sevilla nos tributa y solamente prometo que si ahora hemos traído la Copa de la Liga, mañana traeremos la Copa de España, y si no pudiéramos, traeremos esta misma el año próximo.

El orador es interrumpido por una ovación y completamente emocionado se retira.

El señor Contreras abraza a Unamuno y le dice: "En este abrazo es Sevilla quien abraza al Betis".

Al abrazar al capitán del equipo se reproduce la ovación, que dura largo rato.

LOS JUGADORES AL BALCÓN

Mientras dura la recepción en la Sala Capitular, el público que aguarda en la calle y cuyo número sube de quince mil personas, se impacienta y empieza a dar señales de cansancio.

En este momento asoma al balcón el alcalde llevando en sus manos la Copa y rodeado de los jugadores. El cuadro es difícil de describir. El entusiasmo en la plaza es rayano en locura, y los vítores y ovaciones no cesan.  Pasa seguramente un cuarto de hora sin que se consiga callar al público a pesar de las señas que se hacen para ello.

Una vez hecho el silencio, el alcalde da vivas al Betis, que son unánimamente contestados por el público, a Sevilla,  y en el público se promueve una emoción indescriptible. Las numerosas mujeres que allí se encuentran (tantas como hombres, o quizás mas), lloran emocionadas.

Los jugadores se retiran del balcón después de un rato,  y entonces el público llama a PERAL-José Suárez González-, al que hace un señalado homenaje de simpatía, y más tarde a Pedro Pablo ARESO Aramburu, Serafín AEDO Renieblas y Joaquín URQUIAGA Legarburu, que son ovacionados.

EN EL SALÓN DE ACTOS

Los jugadores y las autoridades pasan al Salón de Actos, donde se hacen fotografías.

Seguidamente los jugadores se entregan al público, y ya reunidos todos, se organiza la verdadera manifestación bética. La entrada por la calle Tetuán es imposible.

Los jugadores, rodeados de sus incondicionales, marchan a sus domicilios en medio de grandes ovaciones en las calles por donde pasan.

Sevilla ha tenido una fiesta más de las anunciadas en los programas. Esta tarde, Sevilla ha rendido un tributo de admiración a los cachorros béticos, que en un alarde de "valor deportivo" han honrado a su tierra con el Título de Campeones.

Jamás, ni con ningún motivo, se ha visto en Sevilla manifestación más importante ni más sentida. El pueblo, que todo lo agradece, ha dicho la última palabra:

"¡¡ VIVA EL BETIS BALOMPIÉ ¡¡"

Fuente: Artículo de la Revista ¡ OIGA ¡ de 1958 con motivo de celebrarse en Primera División, las BODAS DE ORO DEL REAL BETIS BALOMPIÉ, titulado: 1935-"LA UNIÓN" publicó: RECEPCIÓN DEL CAMPEÓN.