Cañas celebra uno de los goles del Betis en el Nou Camp

Poco a poco ha ido convirtiéndose en pieza fundamental del esquema de Mel, respondiendo a la confianza del técnico firmando partidos tan sensacionales como el del pasado domingo en el Nou Camp. Algo lastrado por una sobrecarga, muy mal tiene que estar físicamente José Alberto Cañas para perderse un partido como el del sábado frente al eterno rival. Cañas pasó por los micrófonos de ABC.Radio Sevilla para explicar sus sensaciones del que será su primer derbi.

A las cinco de esta tarde han abierto las taquillas del Benito Villamarín para poner a la venta unas 15.000 entradas para el derbi de este sábado. Una larga cola bordeaba el estadio verdiblanco hasta la mitad del fondo norte, con más de un millar de béticos esperando adquirir su pase para la gran cita ante el Sevilla. Las entradas han salido a la venta a unos precios que oscilan entre los 25 y 70 euros, y, habida cuenta del gran ambiente que ya se respira esta tarde en los aledaños del recinto de la Palmera, parece grarantizado que la inmensa mayoría de los asientos estarán ocupados a la hora del partido. Al cierre de las taquillas se habían vendido 3.288 entradas.

Ver video, impresionante la cola: http://www.alfinaldelapalmera.com/noticias/real-betis/betis-futbol-larga-cola-conseguir-entrada-derbi.html

El encuentro con Pepe Mel se produce en un restaurante que conoce bien. La Casa del Duque, en la calle Chaves Nogales, se siente como en casa. Llega unos minutos tarde porque se entretuvo charlando con su amigo Miguel Guillén tras el entrenamiento a puerta cerrada. Vive el derbi y la gente que llega al restaurante se lo recuerda. Sabe lo que es y lo que se juega. Y por ello se lleva el trabajo hasta a sus encuentros con la almohada. «Te aparecen diferentes escenarios, que si vas ganando, perdiendo, empatando, que si te quedas con diez o eso le pasa al rival. Esa es la vida del entrenador. El jugador está en su casa cuidándose y tú tienes que estar pendiente de todo», asegura consciente de lo que se vive en los dos lados. Es su primer derbi como técnico.

—Usted ya ha jugado dos derbis, ¿qué recuerdo le queda?
—Sólo tengo una anécdota agradable que es marcar a los quince segundos de empezar el partido en el Sánchez-Pizjuán. Creo que es el más tempranero en un derbi. Es la única noticia risueña para mí porque me tocó vivir una situación parecida a la actual: un Betis con problemas económicos, que subía y bajaba constantemente, ante un Sevilla potente y con grandes futbolistas. Mis resultados fueron 0-3 y 3-2, con penalti nuestro fallado por Ivanov en Nervión. Como futbolista del Betis no tengo buenos recuerdos. En otros equipos sí, porque les he hecho muchos goles y he ganado.

—Pero se impregnó de lo que significa un partido así.
—Era otra época, con una diferencia importante entre ambas plantillas. Sé la importancia que tiene este partido para los béticos y sevilistas y es lo que tratamos de inculcarle a los jugadores a través de enseñárselo en imágenes, de mensajes que estamos recibiendo de gente. Que no caigan en el error de poder pensar que es un partido más, que nos jugamos tres puntos. Tenemos que salir con la misma tensión que siempre, pero este partido nos marca, porque es el que nuestros seguidores han estado esperando durante tres años.

—¿Cómo les transmite eso?
—Les explico que entiendan que en una misma familia el marido, la mujer, los padres, las madres o los hermanos uno es de un equipo, otro de otro. Que es muy difícil llevar el día a día, que no tiene nada que ver con lo que son otros derbis de otros sitios en los que cada equipo es de una ciudad. La gente siente mucho todo lo que pase durante esta semana y, sobre todo, en la siguiente.

—¿Ha vivido algún derbi desde la grada como aficionado?
—No, porque por suerte siempre he estado en activo. Pero por televisión, muchos. Recuerdo el de Segunda, cuando los dos ascendieron. Yo era el entrenador del Murcia. Se me queda en la memoria que eran algo apasionante porque necesitaban los puntos para ascender. Recuerdo derbis de diferentes signos: el famoso con Antoñito en el Villamarín, el gol de Oliveira en el Sánchez-Pizjuán... Diferentes, pero en la historia ha habido de todo.

—¿Se puede comparar con algún otro derbi?
—Hay dos que se pueden parecer en algo: el Madrid-Barcelona, y es en ciudades diferentes, y el Sporting-Oviedo, que es una rivalidad fuerte, pero también de ciudades diferentes. No hay otra. Yo, que soy madrileño y he estado muchos años en el Real Madrid, le puedo decir que no es como el Madrid-Atleti porque la diferencia entre ambos es abismal a lo largo de la historia y aquí no sucede eso. Lo normal es que los clubes estén muy parejos. El otro día escuché a José María del Nido y estoy de acuerdo con él. En un derbi, las circunstancias de la tabla no suelen influir, pero lo que está claro es que los objetivos son muy diferentes. Por presupuesto, gasto e intención no nos podemos sentir favoritos, pero es un partido de 90 minutos y si hemos sido capaces de ganarle a Valencia, Atlético o Athletic, también podemos hacerlo con el Sevilla.

—Como ahora, que si ustedes ganan el sábado, les empatarían...
—Es una de las cosas que tenemos en la cabeza, el hecho de que podemos tener el lujazo de sumar 25 puntos cuando termine la primera vuelta. Algo que para nosotros es magnífico, para el Sevilla no lo es porque no les llega. Pero ahora, más allá de los puntos, lo que quiero explicarles es que este es el partido, el que los seguidores de su club quieren ganar. No vamos a caer en la tentación de que es uno más, eso sería faltar a la realidad. Este partido lo ha estado esperando todo el mundo tres años. De hecho, mientras el Betis ha estado en Segunda, los béticos no se han acordado de los encuentros con el Madrid o el Barcelona, sino del derbi. Eso te marca la importancia que tiene el partido. Por eso espero un Villamarín lleno, volcado con su equipo, elegante y con señorío hacia el rival, que reciba al vecino con la mayor hospitalidad del mundo. Este derbi hay que demostrar fuera que en Sevilla los derbis se hacen con cabeza además de con sentimiento. Y espero un Villamarín alegre cuando pite el árbitro.

—El Betis llega al duelo en una dinámica positiva y parece que el Sevilla no tanto...
—En los dos últimos partidos he visto a un Sevilla que no me ha disgustado. El que vi en la primera parte contra el Valencia y el Español me gustó. No tuvo fortuna de cara a la portería. Llegamos muy parejos en todo, hasta en la puntuación. Es un derbi apasionante. Los objetivos son tan dispares que lo que para nosotros puede ser bueno, para ellos no porque su objetivo, obviamente, es muy ganador. Quedar tercero en la Liga no es sencillo.

—¿Y qué le pasa al Sevilla?
—En los últimos partidos han generado lo suficiente para marcar pero no lo han hecho, algo que nos pasaba antes a nosotros. Seguramente el 0-0 del Sevilla-Español es injusto, pero nosotros somos catedráticos en eso. El fútbol, cuando termina la Liga, refleja lo que ha hecho cada uno.

—¿Qué similitud tiene la situación de Marcelino con la que usted vivió?
—Para todos los entrenadores, cuando las cosas no van como quisieras, estás en problemas porque en el fútbol español es la ley que marca. El único entrenador que he visto al que no le pasa eso es a Guardiola, que desde que entró todo le ha ido maravilloso. Marcelino lo pasó en el Zaragoza; yo, en el Rayo y Tenerife. Los entrenadores estamos siempre expuestos al vaivén de un resultado. Para nosotros no es justo, pero es la realidad. Me agradó escuchar a Del Nido decir que Marcelino iba a acabar la temporada.

—En verano Marcelino habló del Betis, usted le ha respondido y...
—Siempre que he hablado de Marcelino he dicho lo que me salía del corazón. Pienso que es un caballero, un grandísimo entrenador y por eso el Sevilla ha acertado. Creo que pase lo que pase en los partidos futuros, si Marcelino sigue, el club estaría acertando. Lo que dijo en verano, dicho está y para mí es agua pasada. Le ocurrió algo que me ocurriría a mí si yo fuera nuevo en esta ciudad, por lo que le deseo lo mejor en el futuro. Sólo puedo decir cosas buenas de él, porque para mí es uno de los entrenadores referentes de España.

—Lo que más le gusta del Sevilla es...
—Me encanta su solidez, encaja pocos goles y eso es mérito de todos. También cómo interpreta el contragolpe, sobre todo cuando está Jesús Navas. Me encanta la segunda vía que tienen con Kanouté. También es importante que son muy fuertes en el juego aéreo con Fazio, Negredo, Spahic, Escudé... Y eso te hace ganar partidos. Y Reyes. El Sevilla gana mucho con él porque, con Kanouté mermado, es el jugador que genera más fútbol por dentro. 

—¿Qué baja es más importante, la de Mario o la de Kanouté?
—Le damos tanta importancia a lo nuestro que consideramos fundamental la baja de Mario, que cada vez que está es titular, mientras que el Sevilla está sobreviviendo al hecho de que Kanouté esté más o menos.

—¿Se arrepiente de no haberlo reservado?
—Para nada, porque no nos saltamos ningún partido. Si hubiéramos dado esa imagen, dábamos por hecho que perdíamos. Santa Cruz y Juanma no jugaron porque no estaban para 90 minutos. Mario sí, pero por desgracia no los pudo jugar. ¿Por qué no lo cambié cuando le sacaron amarilla? Hubiera sido una locura hacer los tres cambios contra el Barça en el minuto doce de la segunda parte. Tuvimos mala fortuna y ya está.

—¿Jugará Cañas?
—Estamos probando diferentes alternativas. No somos muchos en esa posición. Lo que sí le puedo decir al bético es que el que salga ahí lo va a hacer bien. Cañas es una posibilidad, porque ya ha jugado ahí. El año pasado en Segunda ya lo hizo y en Primera ya le hemos probado varias veces.

—¿Un resultado?
—Es difícil decir un resultado para este tipo de partidos, pero ya me conocéis y si cuando voy a Barcelona digo que mi equipo va para ganar, y lo digo porque lo pienso, pues también pienso que mi equipo va a ganar el sábado, pero siempre desde la humildad, el trabajo y respetando mucho al rival, que es muy bueno.

Betis: El grupo bético se motiva para el partido

«Lo normal es que me apoye en Iriney, Goitia o Santa Cruz para que les vayan diciendo a todos por dónde tenemos que ir esta semana pero ahora ha sido especial. Me hace gracia ver a Cañas explicarle a Roque lo que es un derbi porque el otro con Mundiales y campeón de la Liga de Campeones... Y yo le digo, «Roque, no tienes ni idea, te vas a enterar». Esta ciudad es así, es especial», señalaba Mel en declaraciones a ABC.
 

El contenido de lo que les comentan los compañeros que sienten el derbi ya por su filiación bética de antaño a los recién llegados es sencillo: cómo se vive un partido así en la ciudad, qué repercusión tiene para los aficionados, cuál es la dimensión de este choque para el día a día sevillano, qué diferencias tiene con otros duelos de rivalidad, que es una liga en sí, la fuerza moral que supone para el vencedor, que los béticos llevan tres años esperando este momento y que lo que suceda en este encuentro va a estar vigente hasta que se dispute el choque de la segunda vuelta. Las charlas de los jugadores expertos en estas lides están siendo individualizadas, pero poco a poco parece que los que no han vivido un duelo así van asimilando lo que les espera. También ayuda el ambiente de las calles. Algunos jugadores confiesan en privado su sorpresa por cómo los aficionados les hablan constantemente de la importancia de un partido así y que, cuando van a hacer la compra, por la calle o se paran en un semáforo con su coche hay siempre béticos que les recuerdan la importancia de vencer en este partido. El cuerpo técnico va a seguir tratando de motivar a sus jugadores para encarar este partido tan importante a través de charlas y vídeos para que se empapen de la historia y del sentimiento béticos antes de afrontar un duelo así.