Rafael Gordillo Vazquez

Nuestro protagonista nace una noche del 24 de febrero de 1957, fuera de Andalucía, en Almendralejo (Badajóz, Extremadura), y en 1972 viaja a Sevilla para quedarse con su familia después de que el Betis mostrara su interés por contar con el carrilero extremeño. Pasados 5 años desde su llegada a los escalafones inferiores del equipo Heliopolitano consigue debutar con el primer equipo, el 30 de enero de 1977 frente al Burgos de la mano de Rafael Iriondo.Esa misma temporada consigue la primera Copa del Rey del Betis.

En la temporada 85-86 el Real Madrid se interesa en el jugador y es traspasado al equipo madrileño por la cifra de 125 millones de pesetas, hasta ese momento el extremeño se había mantenido en el equipo verdiblanco durante 8 temporadas (76-77 a84-85) llegando a jugar 237 encuentros en los que consiguió la sorprendente cifra de 18 goles. Con la elástica merengue, el carrilero llegó a jugar 182 partidos de liga, superando su cifra de goles conseguida en el Betis en 2 , y algunos de ellos bastante importantes para el recuerdo de cualquier aficionado madridista, como el conseguido en la final de Copa de 1989, que daba el título de campeón al equipo blanco por 1-0 frente al Valladolid. Pero no fue este el único título conseguido por el ex-jugador bético, vistiendo la camiseta blanca amplió su palmarés consiguiendo 5 ligas consecutivas (desde 1986 hasta 1990), 3 supercopas (desde el 88 al 90) e incluso una Uefa en 1986.

En 1992 regresó al equipo que le vio crecer como futbolista, que se encontraba en segunda División, y su fichaje ayudó a conseguir el ascenso a la siguiente temporada (1993-1994). En 1995 ficha por el Écija C.F, que militaba por aquel entonces en la segunda División española, y tras jugar durante un año decide colgar las botas. Después de retirarse empezó a formar parte de la directiva del club heliopolitano, pero encontronazos con el actual dirigente bético, Lopera, hicieron que dejara el club de una manera poco elegante propiciada por su malas relaciones con el máximo accionista. Actualmente es directivo del Écija C.F., también ha participado en varios eventos deportivos como comentarista y ha intervenido en varios anuncios televisivos de marcas tan conocidas como Coca-Cola.

Sus grandes temporadas en el Betis le hicieron debutar con la roja, de la mano de Kubala, un 29 de marzo de 1978 , aunque no llegó a disputar en el mundial de Argentina. El extremo consigue la cifra de 3 goles en sus 75 partidos con la selección Española.

Características:

“El chico del polígono” tenía una velocidad endiablada, sobre todo en largos recorridos, (de ahí su sobrenombre de vendaval). Tenía una gran resistencia física durante todo el encuentro, con un guante en la zurda ideal para colgar balones a la cabeza de los compañeros, y no mucho peor para pegarle a puerta, ayudaba a todos sus compañeros y siempre estaba moviendose por todo el campo, era omni-presente.

Ha sido uno de los grandes heroes del beticismo en su “reciente” historia, querido siempre por todos los béticos, salvo por Lopera con el que siempre ha tenido problemas, y lo ha declarado como persona non-grata en heliopolis tras salir del club. Ha rodado varios spots publicitarios como el que pongo a continuación, y uno de los cánticos más famosos referente al del polígono ha sido el de “Gordillo ponte las botas…” que sonaba en la palmera, cuando éste era delegado de campo tras su retirada.

Dice Antonio Burgos que el tirón simbólico de Rafael Gordillo radica en que es símbolo del Polígono de San Pablo:

“Hay un chiquillo que una tarde lluviosa sacan con su familia de un corral de la Puerta Osario en ruinas a un piso del polígono, Rafael Gordillo, del corral al polígono, juega en la plazuela, en los anchos campos de albero de su barrio nuevo. Le da tan bien a la pelota, que ya juega en el San Pablo. Cuando una de esas tardes llegue Rafael Cruz, el de los juveniles del Betis, y se fije en Rafael, probablemente no sabrá que ha elegido al niño triste de la cuidad de la riada que llegará a ser símbolo del polígono”

Rafael Gordillo Vázquez nace un 24 de febrero de 1957 en Almendralejo, provincia de Badajoz.
Formado en las categorías inferiores del Real Betis Balompié desde 1972, debuta en el primer equipo de la mano de Iriondo con la alternativa de Cardeñosa, un 30 de Enero de 1977 en un Betis – Burgos, donde permanece quince temporadas.
A mediados de 1985 Gordillo terminaba contrato con el Betis. No llegaba a un acuerdo con Retamero y el jugador recibe una oferta de trescientos millones por cinco años para jugar en el Real Madrid.
Lejos de aceptarla, pide al Betis una ficha de noventa y cinco millones por ese mismo tiempo para quedarse pero el club sólo ofrecía sesenta y cinco.
El jugador apela un esfuerzo a los dirigentes ya que no se quiere ir del Betis. Ese esfuerzo no se produce y el jugador termina finalmente en el Real Madrid.
La adaptación no fue fácil, la falta de su familia y su ciudad fueron vitales, para colmo su debut en el Madrid fue con el Betis en el Villamarín, dándole un vuelco el corazón cuando el campo se viene abajo coreando su nombre.
En la final de Copa del año 1989 marcó el único gol que daba la victoria al equipo madrileño que se enfrentaba al Valladolid.
En el verano de 1992 regresó al Betis, que se encontraba en 2ª división, contribuyendo al ascenso en la temporada 1993/94.
Recibió el homenaje de la afición en su despedida en un partido entresus dos equipos, Real Madrid y Betis, un 20 de junio de 1995, con empate a dos goles.
Al año siguiente fichó por el Ecija, donde tras una temporada, colgó las botas.
Internacional con la selección Española en setenta y cinco ocasiones disputando los mundiales de 1982 y 1986, y las Eurocopas de 1980, 1984 y 1988.
Disputó el famoso España – Malta valedero para la clasificación de Francia 84
Ha colaborado en el último Mundial como comentarista en la Sexta.

Palmarés: 1 copa de la UEFA (1986)
5 Ligas (1986, 87, 88, 89 y 90, Real Madrid)
2 copas del Rey (1977, Betis y 1989, Real Madrid)
3 Supercopas de España (1988, 89, 90, Real Madrid)
3 goles como internacional

Jugador con extraordinaria velocidad, sobre todo en largos recorridos. Inagotable durante los noventa minutos del encuentro por el tremendo corazón que ponía en todos los partidos, con un increíble dominio de la pierna izquierda.
Destacaba por su generosidad en el campo, ayudaba a todos sus compañeros y era capaz de hacer carreras y carreras sin estar seguro de coger el balón.