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23-mayo-1954

23-mayo-1954

"HASTA EL AIRE ES BÉTICO"

"Nada. nada; tengan la bondad de dejarnos ya de historias, que lo que tiene gracia en Sevilla es ser bético, y que nadie se crea aludido, que no le negamos el pan ni la sal a blancuras ilustres y ricachas, si no que le damos al verde y al blanco de los camisolines rayados, toda su humanísima calidad. Eso de ser bético es una gracia, un privilegio, una especie de iluminación interior; y que se duelan los rabiosos porque ninguna inyección podemos darle.

Quien se extrañe viéndonos así, tan béticos, del gran mañana que será mañana, domingo, en Heliópolis, sepa que fuímos, allá en los años del Instituto--que es cuando de veras somos algo--jugador y no de pocos arrestos, aunque la memoria de aquellas zamonerías, nos entremezca como el bambú entre el viento. Nos quedaron de aquellas olimpiadas infantiles dos grandes herencias que el Cielo nos guarde mientras tengamos que andar por estas tierras: la querencia al reposo, que ya es algo venerable en esta vida, y una inexplicable alegría por los triunfos del Betis sevillano; y no del río, que el pobre no sabemos en que pudiera ya tener éxtio, sino del equipo que ha puesto las peras al cuarto por esos campos de la patética división tercera.

Decíamos arriba que tiene que tener gracia el ser bético, porque acaso sea el Real Betis Balompié el único club en el que se está como entrañado en sus filas, como metido en su aire y clima; y no como se está en los demás equipos, en casi todos, que se está apuntado, inscrito, en estado de número, y eso es como si no se estuviera. Si tiene tela--y permítasenos el uso popular--eso de quedarse sin vista después de haberla tenido, y no por borrachería, sino por pérdida de los ojos, bien se entenderá lo que ha sido cuesta arriba, durísima, del Real Betis, que tuvo la vista primerísima de un prestigio grande y entero, y ha tenido que cruzar la ceguera de estos largos años de arrinconamiento como de olvido.

¿Quién no recuerda en aquella final del 21 de Junio 1931, en Madrid, cuando un Betis Balompié tan impetuoso como la arriada del Guadalquivir en sus años de barbas crecidas, mantuvo a raya al Atlético vasco, casi pidiéndole el asa de la Copa de la República? ¿Quién no le recuerda alado, elegante, aguerrido, arrancándole a un Madrid andaluzado, sevillanizado hasta sus entrañas de los schottis, olés de corridas grandes? Y eran olés porque el Real Betis Balompié ha conjugado siempre--¡ y qué gallardamente ¡--la destreza atlética con la gracia y el primor de los retoques toreros; y fue equipo de chillarle, como a torero de sevillanas.

El tiempo ha puesto a prueba la fe de los béticos, aplazándole el regreso al área en la que se mueven los campeones y los jerarcas. Largos años de los verás y no los catarás pasaran ante los ojos de un Real Betis Balompié paciente, sufrido, nobilísimamente aferrado a propósito de ganarse en los céspedes el viejo fulgor. La prueba ha sido dura, larga, tenaz; pero el Real Betis, que tiene el corazón cubierto de alegría sevillana, se ha saltado los escollos, y resurguido, erguido, otra vez en pie, vuelve al sitio desde en que ya se ven las torres señeras de la División de Honor.

Mañana, domingo, la tarde será bética desde la luz al suelo, desde la calle al campo; y peñas y cafés y gentes y voces, serán béticas hasta los tuétanos, porque la presencia de un glorioso equipo devolverá en un año a la vista, a Sevilla, la hermosura de las contiendas entre Heliópolis y Nervión, por las que ya suspiran incluso quiénes permanecieron en los márgenes del fútbol. Si los que escribimos cada día la chispa y novedad sevillana, dejásemos aparte la gran víspera de hoy, sería como si no pensásemos en la ciudad a la hora de nuestra crónica. Ninguna novedad tiene Sevilla esta tarde más fuerte que la alegría que ha de vivirse mañana, cuando en el Campo de Heliópolis, el Real Betis Balompié, ungidísimo ya en Campeón, a todo señorío, reciba la encendida ovación de los suyos; y póngase aquí en lo de atribuirle gente al Betis muchísima Sevilla y de mucho rango y calidades popularísimas y diversas.

¿Con qué podríamos medir la tensión pública que levanta y yergue la presencia triunfal de los béticos? Es algo de naturaleza mística, de poderío profundo, de fueza arrolladora. Lo bético es como lo sevillano; es como si el espíritu de la ciudad, en su versión atlética, en su pasión espectacular, todo él fuese bético. Del Real Betis Balompié se habla, no en el azar de la buena tarde o en la hora brillante del traspaso célebre o en la menudencia del suceso pequeño y anecdótico; del Betis se habla a toda hora y con una largueza y maravilla que deleita y recrea. El bético vive unido a su equipo en todo trance, y le sigue con el corazón en la mirada, como si en cada jugada fuera también uniéndose al esfuerzo individual del jugador. Es una manera de mirar a la vida en cuanto la vida requiere de estas grandes compensaciones físicas y del ánimo, como equilibrio y serenidad, en que ordenar los gustos, los recuerdos, los viejos días, y el beticismo se transmite como una heráldica extraña pero cierta y magnífica.

Mañana, domingo, será el día grande, en que al Real Betis Balompié se le rindan los mayores agasajos públicos. Anoche, cuando alguien, en la tertulia bética de "los Candiles" se quejaba de su negocio, otro le atajó el paso diciéndole: y eso qué, compare, con er Beti ya mismo en Primera por secula seculorum. Y es que el Real Betis, manquepierdista y heroico, pasión pública, ilusión multitudinaria, es gloria siempre joven que atraviesa Sevilla de lado a lado, y con su nueva proeza nos ha devuleto el clamor de sus tiempos de oro.

Que sí, hombre, que sí. A nosotros que nos dejen de historias. En Sevilla, lo que tiene gracia es ser bético. Pero gracia--entiendáse bien--de privilegio, de gran sevillanía; y que nadie se ofenda, que aquí no queremos negar blancuras ilustres y ricachas, sino darle al verdiblanquismo, gallardo, noble, heroico, todo el lugar a que le suben sus méritos. Por ellos, hasta el aire--¡ por estas ¡--es ya bético; que el aire de Sevilla bien sabe donde están las buenas esencias. Y aupa, Betis, que nosotros chalenamos de eso muy a las veras. Y disculpen la germanía."

Fuente diario de la tarde "SEVILLA", edición deL sábado 22-Mayo-1954, artículo de FRANCISCO MONTERO GALVACHE (San Fernando, Cádiz: 08-Mayo-1917; Cádiz 12-Octubre-1996): Previa del encuentro REAL BETIS BALOMPIÉ-6 vs. Úbeda Club de Fútbol, en la 26ª Jornada-Liga Tercera División-Grupo VI; aconteció la curiosidad por parte de muchos espectadores verdiblancos "el enceste o lluvia de puros" tras permanecer 7 largos años.

1º REAL BETIS BALOMPIÉ con 57 PUNTOS.-36 Partidos Jugados: 25-Ganados, 7-Empatados, 4-Perdidos; 86 goles a favor/41 tantos en contra.

2º Clud Deportivo San Fernando: 46 puntos.-20Ganados-6Empatados-10Perdidos.-115/56 goles favor-contra.

3º Cádiz CF: 45 puntos.-21Ganados-3Empatados-12Perdidos.-91/52 tantos f/c.

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