Un Betis más sólido y constante en el esfuerzo

El Real Betis ha convertido en una costumbre ganar lejos del Benito Villamarín en las trece primeras jornadas del campeonato nacional de Liga de Primera división. El triunfo en el Ciudad de Valencia se cimentó en el gol inicial de Rubén Castro, pero también se vio a un equipo más sólido y, sobre todo en la segunda mitad, más constante en el esfuerzo. Mejoró el Betis en Valencia esos aspectos que perdió en Granada y Málaga, donde empató y ganó respectivamente, y volvió a parecerse por ejemplo al equipo que ganó en Vallecas al Rayo Vallecano a comienzos del mes de octubre.

Joaquín hizo ante el Levante un gran encuentro, derrochando trabajo defensivo y presión cuando al cuadro de Pepe Mel más falta le hizo durante el segundo tiempo. Corrió para todos lados y ayudó al equipo en tareas muy poco habituales en él. Al final, el técnico lo tuvo que cambiar totalmente desfondado. Otros nombres propios en el cuadro verdiblanco en el encuentro jugado anoche fueron Petros y Dani Ceballos, Ambos, junto a Ndiaye, dieron una tremenda solidez al centro del campo del equipo. Petros robó muchos balones con sentido y Ceballos cuajó unos muy buenos minutos en la mediapunta, con dos compañeros detras. Parece que el utrerano ya le va cogiendo el aire a la Primera división y dejó varios detalles de calidad. Se sintió importante.

Ahora le toca al cuerpo técnico y a los jugadores del Betis darle una alegría a la afición verdiblanca en casa. Son cuatro derrotas consecutivas, ante el Deportivo, el Español, el Athletic y el Atlético de Madrid, y con mala imagen en alguno de esos encuentros. Algo nuevo empezó a atisbarse en el choque ante los colchoneros, al menos en el planteamiento del entrenador, pero el error que dio lugar al gol que decantó el partido al comienzo no dio lugar a la reacción y continuó con la racha negativa de los béticos como locales. El Sporting en la Copa el miércoles pero sobre todo el Celta el sábado en el encuentro de la 14ª jornada liguera, nuevas oportunidades para que el bético se vaya contento a casa.